Según la Organización Mundial de la Salud, “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. En dicha definición, se establece por tanto la importancia no solo de la ausencia de enfermedades en las personas, sino a su vez, la relevancia de encontrarse bien consigo mismo y nuestro alrededor. Esto es posible mediante la adopción de conductas y actitudes, denominadas hábitos de vida saludable, que llevadas a cabo de manera constante y regular benefician nuestra salud y favorecen nuestra calidad de vida.
Cambiar malos hábitos nos puede resultar difícil, ya que nos cuesta dejar costumbres, pero debemos realizarlo para mantener una vida sana.
Empieza cambiando ciertas costumbres como:
- Incrementa el consumo de frutas y vegetales.
- Evita alimentos fritos, y ultraprocesados prefiere mejores formas de cocción como al horno, al vapor y alimentos lo más naturalmente posible.
- Toma suficiente agua durante el día.
- Preocúpate por tu bienestar emocional
- Duerme bien, de 6-8 horas diarias, procura tener una buena higiene del sueño.
Mantente activo, realiza actividad física al menos 30 minutos diariamente.